En la actualidad, los montacargas eléctricos se han vuelto una de las opciones más avanzadas para los almacenes e industrias, ya que pueden igualar e incluso superar el rendimiento de los de combustión interna, sin el riesgo de los contaminantes, el ruido y el constante mantenimiento. El cambio a electricidad puede generar ahorros de costos operativos significativos cuando se aplica correctamente, además de decenas de beneficios a largo plazo.
Si bien el costo de estos equipos puede parecer demasiado alto, si se evalúa la vida útil, el costo de mantenimiento, entre otros factores, podrán ver que después de unos años recuperarán la inversión en todos los ahorros que representa. También deben tener en cuenta que son equipos muy versátiles, puesto que se pueden operar en una variedad de condiciones, ya sean de interiores o exteriores gracias a que pueden tener neumáticos solidos o de aire.
Beneficios del montacargas eléctrico
El principal beneficio de estos equipos es que los costos de combustible se eliminan virtualmente, ya que solamente se requiere la recarga de las baterías, que son mucho menores que los costos del diésel y el gas LP. Además, si cuentan con paneles solares, prácticamente no gastarán en electricidad.
Otro beneficio es la eliminación de las emisiones de gases nocivos, como CO2, lo que puede mejorar la salud de los empleados y permite utilizar los equipos dentro de espacios cerrados, como almacenes, fábricas, bodegas, entre otros. Esto también reduce las necesidades de los costos de equipos especializados de ventilación o depuradores de escape; aunque siempre es necesario contar con la ventilación adecuada en las zonas de cargas de baterías.
Una ventaja más es la reducción significativa de los costos de mantenimiento rutinario, ya que no es necesario realizar ajustes de piezas, cambios de filtros o colocar aceite en el motor o transmisión. Solamente se requiere un mantenimiento general anual y la revisión de la batería. De igual manera, hay menor riesgo de fallas importante en algún componente, ya que las piezas que lo compones son significativamente menores.
También suelen tener intervalos de servicio más largos, esto reduce la huella de carbono por el periodo de uso. Los componentes principales suelen durar más de 15,000 horas de servicio, en comparación con los de combustión que tiene una vida media de 9,000 horas.
En comparación con los equipos de combustión, los eléctricos permiten una mayor productividad; ya que su tecnología está diseñada para adaptarse a los cambios sobre la marcha. Generalmente tienen una aceleración más rápida porque no hay tiempo de retraso en la entrega de potencia a las ruedas. También hay menos movimientos de pie requeridos por el operador para completar un cambio de dirección o para reducir la velocidad.
El uso de montacargas eléctricos significa que no hay necesidad de almacenar propano o combustible diésel. El almacenamiento de estos tipos de combustibles en el lugar aumenta el riesgo de incendio en sus instalaciones si no se almacenan y utilizan correctamente. Además, estos combustibles deben almacenarse en el exterior y están sujetos a actos de vandalismo y, a veces, a regulaciones municipales, provinciales y ambientales.
Consideraciones principales
Una batería completamente cargada durará típicamente entre 4 y 12 horas dependiendo de la aplicación, el modelo, temperatura de operación, altura de elevación, trabajo en rampa, peso promedio de la carga, tamaño de la batería, eficiencia del montacarga eléctrico, entre otros factores.
En un sistema de carga típico, una batería completamente agotada requerirá aproximadamente 8 horas para cargarse y luego otras 2 horas para enfriarse; aunque esto dependerá del modelo de la batería y las condiciones ambientales en la zona de trabajo.
Si considera estos equipos por primera vez, sería muy importante verificar la energía disponible en sus instalaciones antes de tomar este camino. Los cargadores requieren una cantidad significativa de amperaje durante el arranque y durante todo el proceso de carga de la batería. Si esta capacidad aún no existe en su edificio, puede resultar antieconómico realizar la conversión incluso teniendo en cuenta los ahorros y beneficios, especialmente si su flota es bastante grande.
También deben asignar a alguien responsable del mantenimiento, principalmente limpiar, recargar el agua y cargar la batería según las pautas del fabricante. La batería es una parte muy cara y el descuido puede reducir la vida útil de la batería a la mitad. Si no puede confiar en que esto se solucionará en su empresa, los riesgos pueden superar los beneficios.
El proceso de carga de una batería genera vapores potencialmente inflamables. Durante la carga, el equipo debe estar bien ventilado, idealmente sin la tapa de la batería y en un área con techos altos y no expuesta al humo de cigarrillos o chispas de ningún tipo.
Dependiendo del modelo y la antigüedad, trabajar al aire libre bajo la lluvia debe ser una práctica normal; sin embargo, no se recomienda conducirla a través de lodo y charcos profundos. Para estas tareas, los equipos de combustión son más eficientes, ya que están preparados para trabajar en prácticamente cualquier terreno.
No se recomienda la exposición a materiales corrosivos, según el modelo de montacargas eléctrico. Nuevamente, los apiladores eléctricos serían más adecuadas para este tipo de trabajo.
La exposición a entornos de almacenamiento en frío, como congeladores, es posible con los apiladores eléctricos, siempre que estén equipadas con las opciones adecuadas que les ayudarán a funcionar de manera confiable en estas bajas temperaturas.
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